Como seguidores de Jesucristo, buscamos constantemente orientaciĆ³n y consuelo en las palabras de nuestro SeƱor. Una de las enseƱanzas mĆ”s profundas y reconfortantes se encuentra en el libro de Mateo, especĆficamente en el capĆtulo 6, versĆculos 25 al 34. En este pasaje, JesĆŗs aborda el tema de la ansiedad y nos ofrece una guĆa divina sobre cĆ³mo enfrentar y superar las preocupaciones de la vida diaria.
Confianza en la Providencia Divina
En los versĆculos 25 y 26, JesĆŗs nos dice:
Por tanto os digo: No os afanĆ©is por vuestra vida, quĆ© habĆ©is de comer o quĆ© habĆ©is de beber; ni por vuestro cuerpo, quĆ© habĆ©is de vestir. ĀæNo es la vida mĆ”s que el alimento, y el cuerpo mĆ”s que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ĀæNo valĆ©is vosotros mucho mĆ”s que ellas?
JesĆŗs nos invita a reflexionar sobre la providencia divina que se extiende incluso a las aves del cielo. Si Dios se preocupa por las necesidades de las aves, ĀæcuĆ”nto mĆ”s se preocuparĆ” por nosotros, que somos hechos a su imagen y semejanza? AquĆ, JesĆŗs nos estĆ” enseƱando que la preocupaciĆ³n excesiva por nuestras necesidades materiales es innecesaria cuando confiamos en la providencia de nuestro Padre celestial.
La Futilidad de la Ansiedad
Continuando con los versĆculos 27 y 28, JesĆŗs dice:
ĀæY quiĆ©n de vosotros podrĆ”, por mucho que se afane, aƱadir a su estatura un codo? Y por el vestido, Āæpor quĆ© os afanĆ”is? Considerad los lirios del campo, cĆ³mo crecen: no trabajan, ni hilan.
En esta parte del sermĆ³n, JesĆŗs demuestra la futilidad de la ansiedad. Nos recuerda que ninguna cantidad de preocupaciĆ³n puede cambiar nuestra estatura o hacer crecer una flor. El acto de preocuparse es inherentemente inĆŗtil porque no puede alterar la situaciĆ³n. En este sentido, la ansiedad se convierte en una carga innecesaria que no contribuye a resolver nuestros problemas.
La SoberanĆa de Dios en la Naturaleza
En los versĆculos 29 al 30, JesĆŗs agrega:
Pero os digo, que ni aun SalomĆ³n con toda su gloria se vistiĆ³ asĆ como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y maƱana se echa en el horno, Dios la viste asĆ, Āæno harĆ” mucho mĆ”s a vosotros, hombres de poca fe?
AquĆ, JesĆŗs llama nuestra atenciĆ³n sobre la soberanĆa de Dios en la creaciĆ³n. SalomĆ³n, con toda su gloria y riqueza, no podĆa igualar la simplicidad y la belleza de un lirio del campo, vestido por Dios. Si Dios se preocupa por vestir la hierba del campo, que es efĆmera, ĀæcuĆ”nto mĆ”s se preocuparĆ” por nosotros, sus hijos amados? Esta comparaciĆ³n subraya la magnitud del amor y la provisiĆ³n de Dios hacia nosotros.
Buscar Primeramente el Reino de Dios
En los versĆculos 31 al 33, JesĆŗs nos da la clave para superar la ansiedad:
No os afanĆ©is, pues, diciendo: ĀæQuĆ© comeremos, o quĆ© beberemos, o quĆ© vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenĆ©is necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serĆ”n aƱadidas.
La clave para enfrentar la ansiedad, segĆŗn JesĆŗs, es priorizar el Reino de Dios en nuestras vidas. Cuando centramos nuestras vidas en Dios y en su justicia, todas las demĆ”s preocupaciones se colocan en perspectiva. Nuestro Padre celestial sabe lo que necesitamos y nos proveerĆ” en su tiempo perfecto. Esta enseƱanza nos llama a vivir una vida centrada en Dios, confiando en su provisiĆ³n y cuidado constante.
El Presente y el Futuro
Finalmente, en el versĆculo 34, JesĆŗs concluye con una exhortaciĆ³n prĆ”ctica:
AsĆ que, no os afanĆ©is por el dĆa de maƱana, porque el dĆa de maƱana traerĆ” su afĆ”n. Basta a cada dĆa su propio mal.
JesĆŗs nos anima a vivir en el presente y no permitir que las preocupaciones del futuro nos abruman. Cada dĆa tiene su propio conjunto de desafĆos, y preocuparnos por el futuro solo nos quita la paz y la energĆa necesarias para enfrentar el presente. Esta enseƱanza es un llamado a confiar continuamente en Dios, dĆa tras dĆa, y a vivir con una fe renovada en su cuidado.
ConclusiĆ³n: Un Llamado a la Fe y la Confianza
En resumen, los versĆculos de Mateo 6:25-34 nos ofrecen una perspectiva divina sobre la ansiedad. JesĆŗs nos enseƱa que la providencia de Dios es suficiente para satisfacer nuestras necesidades, que la preocupaciĆ³n no puede cambiar nuestra situaciĆ³n, y que, en Ćŗltima instancia, debemos priorizar el Reino de Dios en nuestras vidas. Al vivir de esta manera, podemos liberarnos de las cargas de la ansiedad y experimentar la paz que viene de confiar plenamente en nuestro Padre celestial.
Como creyentes, este pasaje nos desafĆa a abandonar nuestras preocupaciones y a confiar en la infinita sabidurĆa y provisiĆ³n de Dios. Es un recordatorio constante de que somos amados y cuidados por el Creador del universo, lo cual nos brinda una profunda paz y consuelo en medio de las incertidumbres de la vida. Ā”QuĆ© bendiciĆ³n es saber que nuestro Dios estĆ” con nosotros en cada momento, guiĆ”ndonos y proveyendo todo lo que necesitamos!