Introducción
La resurrección de Jesucristo es un pilar fundamental de la fe cristiana, un evento que no solo representa la victoria sobre la muerte sino que también afirma la divinidad de Jesús. Sin embargo, lo que ocurrió inmediatamente después de que Jesús resucitó aún sigue siendo motivo de reflexión y estudio para muchos creyentes. En este contexto, exploraremos lo que la Biblia nos dice acerca de los acontecimientos y el paradero de Jesús después de su resurrección, hasta su ascensión al cielo.
Primera aparición: María Magdalena
Según el Evangelio de Juan (20:11-18), la primera persona a la que Jesús se apareció después de resucitar fue María Magdalena. María, al principio, no reconoció a Jesús; lo confundió con el jardinero. Sin embargo, cuando Jesús la llamó por su nombre, ella lo reconoció. Este momento es significativo porque muestra la cercanía personal que Jesús tiene con sus seguidores, llamándolos cada uno por su nombre.
Otras apariciones a los discípulos
Los evangelios y el libro de los Hechos nos relatan múltiples apariciones de Jesús después de su resurrección. Por ejemplo, en Lucas 24:13-35, se cuenta la historia de los discípulos de Emaús, a quienes Jesús se les aparece como un viajero desconocido. No fue hasta que Jesús partió el pan cuando los ojos de los discípulos fueron abiertos y lo reconocieron.
Además, Jesús apareció a los once discípulos en diversas ocasiones. Un caso bien conocido es cuando se les apareció estando las puertas cerradas por miedo a los judíos (Juan 20:19-23). En estas apariciones, Jesús no solo reconfortó a sus seguidores, sino que también les impartió paz y el Espíritu Santo, preparándolos para la misión que tenían por delante.
Aparición a Tomás
Una de las apariciones más destacadas fue la que involucró a Tomás, conocido como el incrédulo. Según Juan 20:24-29, Tomás no estaba presente cuando Jesús se apareció a los otros discípulos por primera vez. Al oír las noticias, Tomás expresó sus dudas diciendo que no creería hasta ver en sus manos la señal de los clavos. Ocho días después, Jesús apareció nuevamente y le ofreció a Tomás la prueba que necesitaba, diciendo: Trae acá tu dedo, y mira mis manos; y trae acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Jesús se aparece a más de 500 personas
El apóstol Pablo, en su primera carta a los Corintios (15:3-8), menciona que Jesús se apareció a más de 500 hermanos a la vez. Esta es una de las pocas apariciones que no se describen en detalle en los evangelios pero que es crucial para entender la amplia aceptación del mensaje de la resurrección entre los primeros cristianos.
La Gran Comisión
Una de las apariciones más importantes de Jesús resucitado es cuando imparte la Gran Comisión a sus discípulos. En Mateo 28:16-20, Jesús se encontró con sus discípulos en Galilea y les dijo: Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esta instrucción subraya el propósito misionero que Jesús encarga a sus seguidores, extendiendo el mensaje de salvación a todas las partes del mundo.
La Ascensión
El periodo de apariciones de Jesús después de su resurrección concluyó con su ascensión al cielo. 40 días después de la resurrección, Jesús llevó a sus discípulos al monte de los Olivos, donde ascendió al cielo mientras ellos observaban (Hechos 1:9-11). Este evento no solo marcó el fin de sus apariciones terrenales, sino que también simboliza la exaltación y la entrada triunfal de Jesús en el reino celestial.
Conclusión
La narrativa de las apariciones de Jesús después de su resurrección es fundamental para la fe cristiana, ya que no solo confirma la resurrección física y real de Jesús, sino que también refuerza la importancia de la misión que dejó a sus discípulos. Cada aparición, cuidadosamente registrada en las Escrituras, lleva consigo un mensaje de esperanza, restauración y dirección para todos los creyentes. Por lo tanto, más allá de un simple interés histórico o teológico, las apariciones de Jesús resucitado son una fuente continua de fe y motivación para vivir de acuerdo a los principios del Evangelio.