Introducción al Símbolo de la Orden Franciscana
Los Franciscanos son miembros de la orden religiosa católica fundada por San Francisco de Asís en 1209. Conocidos por su dedicación a la vida en pobreza y su compromiso con el cuidado de la creación, poseen un símbolo distintivo que encapsula profundamente su espiritualidad y misión. Este símbolo es clave para entender no sólo la orden, sino también el impacto duradero de San Francisco en el cristianismo.
Descripción del Símbolo Franciscano
El símbolo de la Orden Franciscana, a menudo denominado el Tau cruz, está intrínsecamente ligado a la figura de San Francisco de Asís. La forma del Tau, que es la última letra del alfabeto hebreo, se asemeja a una T. Este signo tiene un profundo simbolismo bíblico y cristológico, que fue adoptado y promovido fervientemente por San Francisco.
Componentes e Imaginería del Símbolo
El Tau es esencialmente una cruz simple, que en varias representaciones artísticas está adornada o acompañada de otros elementos simbólicos como brazos entrelazados o rayos de luz emitiendo desde ella, representando la luz de Cristo que San Francisco aspiraba a emular y difundir.
Orígenes y Evolución del Símbolo Tau
El uso del Tau tiene raíces antiguas. En el Antiguo Testamento, específicamente en el libro de Ezequiel, se menciona que Dios ordena a un ángel marcar con el signo Tau a aquellos que deben ser salvados. Este aspecto de señalización y protección divina resonó profundamente con San Francisco y sus seguidores.
La adopción del Tau por parte de San Francisco tiene también un contexto significativo en la Quinta Cruzada, donde, según creencias de su tiempo, se consideraba que aquellos que llevaban este signo estaban bajo la protección directa de Dios. San Francisco, quien siempre buscó la manera de asociarse más íntimamente con Jesucristo, especialmente en su pasión y muerte, adoptó este símbolo como un reflejo de su propio camino espiritual y penitencial.
San Francisco y su Conexión con el Tau
El propio San Francisco comenzó a usar el Tau no solo como un emblema personal en su vestimenta y sus escritos, sino también como una bendición. Él firmaba con este signo las cartas y otros escritos, lo cual demostraba su especial devoción a este símbolo. Además, es conocido por haber pintado el Tau en las paredes de las viviendas de sus amigos y aquellos a quienes cuidaba, como un signo de bendición y protección.
Significado Espiritual y Teológico del Símbolo
El Tau, más que un simple icono, encapsula ricas capas de significado dentro de la tradición Franciscana y más ampliamente, dentro de la fe cristiana. Representa crucifixión y renuncia, rememorando el sacrificio de Cristo. Simultáneamente, es un signo de resurrección y esperanza, un recordatorio del amor y la misericordia infinitos de Dios.
Para los Franciscanos, el Tau simboliza su camino de seguimiento a Cristo, de vida humilde y servicio a los más necesitados. Es un llamado constante a vivir una vida de penitencia y conversión continua, aspectos muy enfatizados por San Francisco en su predicación y enseñanzas.
El Tau en la Vida Franciscana Hoy
Actualmente, el Tau sigue siendo un símbolo poderoso para los Franciscanos. Es usado en la joyería, en los hábitos, y en otros objetos simbólicos dentro de la orden. Además, sigue siendo un recordatorio para ellos de su compromiso con los ideales de pobreza, humildad y cuidado de la creación.
Impacto Cultural y Amplio Alcance del Símbolo
El símbolo del Tau ha trascendido los límites de la Orden Franciscana para convertirse en un icono reconocido en la cristiandad. Su simplicidad y profundidad lo hacen resonar con muchos fuera de la orden, simbolizando paz, reconciliación y renovación espiritual.
Por su vinculación con San Francisco, el Tau también ha llegado a ser sinónimo de amor por la naturaleza y respeto por todas las formas de vida, reflejando la famosa oración de San Francisco donde pide ser instrumento de la paz de Dios.
Conclusión
En resumen, el símbolo del Tau no es sólo un remanente del pasado religioso, sino una viva representación del legado de San Francisco de Asís. Encarna la esencia del franciscanismo y sigue inspirando tanto a religiosos como a laicos en su búsqueda de una vida más llena de significado, guiada por los principios del santo de Asís. En cada líneas y contornos del Tau, los Franciscanosen cuentran un mapa hacia una mayor identificación con Cristo y un constante recordatorio del amor desbordante de Dios hacia toda la creación.