Romanos 6:21 es un versículo del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana, específicamente de la Epístola a los Romanos, escrita por el apóstol Pablo. Este versículo se encuentra en un capítulo que aborda la nueva vida en Cristo y la importancia de alejarse del pecado. En su totalidad, el versículo dice: ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.
Contexto de Romanos 6
El capítulo 6 de la Epístola a los Romanos se centra en la transformación que experimentan los creyentes al aceptar a Jesucristo como su salvador. Pablo utiliza varios argumentos para explicar por qué los cristianos ya no deben vivir en el pecado. Él presenta el bautismo como un símbolo de la muerte al pecado y del renacimiento a una nueva vida en Cristo. Esta sección hace hincapié en la liberación del poder del pecado y la dedicación a una vida de justicia.
Significado del Versículo
En Romanos 6:21, Pablo plantea una pregunta retórica para hacer reflexionar a los creyentes sobre su vida pasada antes de conocer a Cristo. Las cosas de las cuales ahora os avergonzáis se refieren a las acciones pecaminosas cometidas antes de la conversión. Pablo insiste en que estas acciones no producían ningún fruto positivo y, en contraste, llevaban a la muerte espiritual.
Reflexión sobre el Fruto del Pecado
El apóstol Pablo confronta a los creyentes con la realidad de su vida antes de Cristo. Aquellas cosas que antes podían parecer atractivas o beneficiosas, ahora se reconocen como vergonzosas y destructivas. Este versículo llama a los cristianos a realizar una autoevaluación honesta de sus vidas y a reconocer que su antigua conducta pecaminosa no conducía a nada bueno, sino a la muerte.
Aplicación Práctica
La enseñanza de Romanos 6:21 es tanto una advertencia como una invitación. Es una advertencia sobre las consecuencias del pecado, que es la muerte espiritual y, en última instancia, la separación de Dios. Sin embargo, es también una invitación a vivir una vida transformada, fructífera y alineada con la voluntad de Dios. Los creyentes son llamados a dejar atrás su antigua vida y a vivir de una manera que glorifique a Dios, produciendo frutos de justicia y santidad.
Conclusión
En resumen, Romanos 6:21 subraya la necesidad de alejarse del pecado y de reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones pasadas. Este versículo nos anima a vivir conforme a la nueva vida que hemos recibido en Jesucristo, una vida que produce frutos de justicia y lleva a la vida eterna en vez de a la muerte. Los cristianos deben recordar siempre el contraste entre la vida en el pecado y la vida en Cristo, y aspirar a vivir de manera que honre a Dios y beneficie a los demás.